Jesús no pronunció simplemente la cuarta palabra de la cruz. Mateo dice que la exclamó en voz alta "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mateo 27:46)
Hacia el mediodía, cayó una oscuridad sobre toda la tierra, que duró tres horas. Cuando las tinieblas se disiparon, a las tres de la tarde, Jesús gritó estas palabras. La naturaleza y la creación también dan testimonio de lo que Dios dice y hace. El juicio se cierne sobre el mundo. Sin Dios, sólo hay tinieblas. Todo el pecado del mundo recae ahora sobre Jesús. Se sacrifica por la gente.
Jesús estaba acostumbrado a rezar con palabras del libro bíblico de los Salmos. Su grito es una cita literal de las primeras palabras del Salmo 22. ¿Tenía Jesús la intención de rezar todo el salmo, pero estaba demasiado débil para hacerlo? ¿O rezó el resto del salmo en silencio?
El Salmo 22 trata de alguien que sufre justamente y sigue confiando en la protección de Dios. Reza: "Dios mío, Dios mío". Porque Jesús reza estas palabras del salmo, sabemos que con Él no hay rebelión ni desesperación en estos momentos finalessino de una completa y profunda desolación.
En Getsemaní y en la cruz, Jesús experimentó y soportó todo el dolor del pecado de las personas. En total soledad, Jesús sufrió por ti y por mí. ¡Qué Dios tan asombroso tenemos!
Hacia el mediodía, cayó una oscuridad sobre toda la tierra, que duró tres horas. Cuando las tinieblas se disiparon, a las tres de la tarde, Jesús pronunció estas palabras. La naturaleza y la creación también dan testimonio de lo que Dios dice y hace. El juicio viene sobre el mundo. Sin Dios, sólo hay tinieblas. Todo el pecado del mundo recae ahora sobre Jesús. Él se sacrifica por los hombres.
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